Desde la Antigüedad, el desnudo ha sido un tema que ha fascinado
al Hombre y por ende ha estado presente en todas sus manifestaciones artísticas: La
escultura, la pintura, la fotografía, etc. Y como no podía ser de otra manera,
también está presente en los calendarios de bolsillo.
Es tanta la atracción que ejerce este tema que a diferencia de lo
que sucede con los calendarios de otros temas (paisajes, animales, etc, que a fin de año terminan en la basura de la mayoría
de las personas), aún quienes no coleccionan almanaques atesoran los de desnudos por años, sepultados en el fondo de alguna
caja en el garage u ocultos en algún cajón, bajo ropa que nunca usan. Es por
esto que es tan fácil encontrar calendarios de desnudos relativamente antiguos, aunque curiosamente no hayan sobrevivido –
como sí pasa con fotos y postales – almanaques de fines del siglo pasado o principios de éste con las clásicas fotos
en blanco y negro de mujeres hoy consideradas “regordetas”, lo que ha obligado a realizar algunas reproducciones
como las que se aprecian en la foto que aparece a continuación:
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Reproducciones de desnudos antiguos |
HISTORIA DEL DESNUDO EN LOS CALENDARIOS DE BOLSILLO
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Los calendarios de desnudos más antiguos que se conservan,
generalmente son de mediados del siglo XX, lo que permite ver la evolución de esta temática a lo largo de los años. Así, en los años ’50, las fotos son más bien dibujos sugestivos que hoy en día resultan casi naif;
en los ’60 ya existen los desnudos propiamente dichos, muchos de ellos
sin decorado alguno; en los ’70 se nota claramente la influencia de la
Dictadura, ya que la mayoría de las mujeres en realidad no están desnudas sino en bikinis o directamente vestidas, pero con
poses y miradas sugestivas. Los ’80 muestran una gran riqueza en lo referido
a la ambientación de la foto (abundan las tomas en playas, jardines, etc), conservando
siempre el criterio utilizado hasta el momento de mostrar casi únicamente los senos de las mujeres y algunas veces la cola. En los ’90 el desnudo avanza a pasos agigantados: Se terminan la sugestión y la mujer “natural”: Las
siliconas hacen su aparición, al igual que la zona pélvica, hasta ese momento
vedada. Esta tendencia se afianza y se termina de consolidar en los últimos años,
donde parece no haber retorno a una estética algo más cuidada.
También en el 2000 aparece un nuevo fenómeno: El desnudo masculino, que tuvo un tímido inicio con fotos sugestivas que dieron paso
inmediatamente al desnudo total. A diferencia de lo que sucede con los calendarios
femeninos, no es tan fácil encontrar calendarios de este tipo, dado que las mujeres no sólo no los conservamos, sino que en
muchos casos ni siquiera los aceptamos.
Aún más raros son los calendarios pornográficos,
con escenas de sexo explícito entre dos o más personas de distinto sexo. Y hasta
el momento, no se conocen en Argentina calendarios gay, ni siquiera con fotos de besos de dos personas del mismo sexo (En
esta categoría no cuentan las fotos de dos o más mujeres en poses eróticas que suelen encontrarse en los calendarios de desnudos
femeninos, hechas para la fantasía generalizada de hombres heterosexuales y no para el público lésbico en sí.)
A nivel internacional, se observa que los únicos
países donde no se encuentran desnudos, son aquellos cuya religión o gobierno así lo prohíben, como los países islámicos y
los gobernados por Dictaduras (como la de Franco en España en su momento, donde también los calendarios de “desnudos”
representaban en realidad a mujeres en ropa interior)
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